El Granada picó en la trampa de la desesperación. El Rayo tardó diez minutos en
anular sus escasas fuentes de gol. Desactivado el rival, Michu y Trashorras se
echaron el equipo a la espalda. Obtuvo una renta holgada en 50 minutos y dedicó
el resto a conservar. El colegiado no un penalti claro de Javi Fuego y los
locales sólo encontraron soluciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario